viernes, 29 de enero de 2010

Uno Sabe...



Uno sabe siempre muy bien lo que quiere.

Bueno, no. Diría que uno sabe siempre lo que quiere. O bien para ser más justo, más preciso, debería decir que uno sabe lo que quiere. Tal vez no siempre, tal vez a veces.

Si, sí. Es así. Uno a veces sabe lo que quiere. Parecería que es así, así de simple. Que uno lo sabe, bien lo sabe. Sabe a veces lo que quiere.

Porque uno bien sabe a veces qué es lo que quiere. Eso es claro. Eso es así. Uno a veces sabe, sabe. Lo tiene claro. Se mira al espejo y dice, sí, sí, es por ahí. O lo siente, lo percibe en el corazón, en el sueño revelado.

Acá no vamos a engañarnos, acá lo tenemos más que claro.

Hay que decir sin temor a equivocarse que uno sabe a veces lo que quiere. Haciendo esa salvedad, reconociendo que es “a veces” no siempre, estaría la verdad. Por fin la certeza. La certeza que aparece por reconocer la humildad. Por dejar notar ese atisbo de duda, que acepta “a veces”, que reconoce esa precariedad. Aún sabiendo que siente la motivación de decir “siempre”, pero se queda ahí. En el “a veces”, ahí justito, uno se queda en el rincón. Con ganas de dar el paso y decir siempre. Pero queda como contenido, en el rinconcito, diciendo a veces.

Diciendo que uno a veces sabe lo que quiere.

Contento entonces uno afirma, alza la voz. Certifica.

Uno a veces sabe lo que quiere.

Aunque no sé si es tan así. Porque en verdad es a veces sí y a veces no. Con lo cual entonces lo cierto es que no sabría.

Ahí está uno no sabría lo que quiere. Ahí sí, ahora sí. La verdad llega tarde o temprano y ahora se ha presentado. Para decir que no era a veces. No, no. No era a veces como uno pensaba, suponía o se convencía.

Uno no sabe lo que quiere. Y debería saberlo porque ya es grande.

Pero uno no sabe. Y debería saberlo.

Eso sí, debería saberlo. Acá no hay dudas. Con esto no jugamos. Somos grandes. Vamos, vamos, no jodamos con esto. Tenemos alma de niños pero somos grandes.

Pero uno no sabe. Y debería saberlo.
.
Uno debería saber lo que quiere.
.

4 comentarios:

  1. Muy claro pusiste para mi lo que es saber lo que queremos, y vale decis que yo no se "lo que quiero", pero lo que si se es lo que "no" quiero. Un abrazo

    ResponderBorrar
  2. María Ana, gracias x compartir tu comentario!

    ResponderBorrar
  3. Uno querría saber?? es mi pregunta...que pasaría si el que a veces no sabe o no sabe ..de pronto, asi como asi, sabe. La verdad se le revela, será eso lo que realmente busca y quiere?? tengo mis sospechas de que "el no saber" tiene sus beneficios..

    ResponderBorrar
  4. Gracias Rosendo por aportar tu mirada!

    ResponderBorrar

Podés dejar tu comentario como usuario de Blogger, con tu nombre o en forma anónima. Seleccioná abajo.