martes, 15 de noviembre de 2011

Sensibilidad


Es extraño que la sociedad valore cuestiones muchas veces externas al ser humano. Así, se admira el nivel de poder, de riqueza o prestigio. Mientras que pasan desapercibidas otras condiciones más propias del ser humano. Que relatan en verdad el tipo de persona que es. Porque son características que lo revelan.

Muchas veces me pasa que distingo espontáneamente los indicios que separan a alguien de lo que es, de lo que parece que es.

Es una práctica habitual reconocer al otro por sus características intrínsecas, sus valores, su forma de pensar y actuar. El nivel de imaginación, creatividad, inteligencia o solidaridad, entre otras posibilidades.

Mis ojos procuran ver lo interno, más que lo externo. De ahí que un gran mandamás no sea más que una anécdota irrelevante en la vida. Porque el título que lo acontece no incide en la percepción de su persona. De modo que se vuelve relevante cuando detrás de los ropajes aparece la calidad de ser humano que uno logra distinguir.

Así es la vida cuando el otro pasa por delante.



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